martes, 23 de diciembre de 2014



Mirarse en el espejo y encontrar a una completa desconocida. "Mucho gusto, me place tenerte de regreso", dice con una voz tan baja que sólo tú la puedes escuchar. Sus ojos te asombran, dentro de ellos estás tú, la perdida, la que huyó y se fue a lo más profundo de un bosque oscuro. Hoy, sin ninguna razón aparente, decidiste regresar. Eres esta y la del otro lado, piensas. Eres lo que el tiempo ha dejado, después de la tormenta, susurras. No necesitas hablar en voz alta. Estás aquí. Tú y la que fuiste se encuentran en la suave luz de este mes que agoniza.

miércoles, 2 de julio de 2014

Esta es la sala de conciertos desde la cual los señores sapos y las señoras ranas tocan cada noche. Sus conciertos, a veces causa de mi insomnio, hoy están tan lejos, que los echo de menos.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Jueves

Los días luminosos se acabaron. Trato de recordar mi nombre. No puedo. Soy... ¿soy? La mujer que espera. La mujer que espera sentada. La mujer que olvidó su nombre. La mujer que se perdió en su propia mente. La  mujer que se volvió capullo.

martes, 3 de julio de 2012

viernes, 27 de abril de 2012

El tiempo erosiona, siempre. Hay días en que es tormenta, se viste de rojo, desgarra la piel; otros, es tan lento que no se siente la huella de su paso. Hasta que ya no somos.

lunes, 5 de marzo de 2012

Mexiquenses


Esta mañana escuchaba el Himno al Estado de México, escrito en 1884 por Heriberto Enríquez, y como ocurre cada que repito la letra, se me hizo curioso el verso que dice “mexicanos por patria y provincia”, pues ahora somos mexicanos por patria y mexiquenses por provincia. Y es que en realidad este gentilicio , mexiquense, acuñado según dicen durante la administración de Alfredo del Mazo (1981-1986), es el que usamos actualmente para designar a quienes nacimos en el Estado de México.

Al respecto, José G. Moreno de Alba dice en sus Minucias del lenguaje: “Hace tiempo di mi opinión (…) señalando que, por una parte, resultaba indispensable la formación de un gentilicio que identificara a los originarios de ese estado y que permitiera distinguirlos de los mexicanos, que somos todos los nacidos en este país; y, por otra, hacía ver que el adjetivo mexiquense, que comenzaba por entonces a oírse y a escribirse, estaba formado de acuerdo con las normas de derivación de la lengua española mediante la adición de un sufijo (-ense) empleado muy frecuentemente para formar gentilicios.”

Así mismo, anota que con justicia, el término mexiquense aparece registrado en el Diccionario de México de Juan Palomar de Miguel, publicado en 1991 en cuatro volúmenes por la Editorial Panorama.

Cosas curiosas, pues. Como sea, me sigue pareciendo lindo que en algún tiempo hayamos sido mexicanos por doble partida, y que quede constancia de ello en nuestro himno y por qué no anotarlo, en la letra de canciones como Zacazonapan: "...México, patria y estado sí señor / soy mexicano dos veces / es doble honor..."